La parcela en la que se asienta la vivienda se encuentra en un entorno totalmente privilegiado, caracterizado por combinar en un mismo escenario el paisaje costero y zonas montañosas que conforman el fondo de cualquiera de sus paisajes. Como respuesta a esta premisa, la intervención en todo momento pretende integrarse en el paisaje sin renunciar al dominio de las magníficas vistas que nos proporciona el mismo.

Debido a la normativa existente en la zona, las parcelas quedan divididas en varios ámbitos, compatibilizando el uso residencial con un huerto particular de reducidas dimensiones. Como resultado, se propone una edificación que preside la zona alta de la parcela y configura el acceso a la misma. El edificio asume un lenguaje que ya existe en el entorno, mediante la forma de su cubierta inclinada, así como las dos tonalidades de piedra que se eligen para las fachadas.

Satisfaciendo las necesidades del programa planteado por el promotor, se proyecta un edificio sin escaleras, que resuelve los desniveles preexistentes en la parcela mediante una entreplanta de acceso y rampas para comunicar con la planta baja y superior.